martes, diciembre 05, 2006

Sueño

El sueño es como una película en negativo de la vida. Es, respecto de la vigilia, la forma de contraste más vitalmente espectacular. Es por sí misma una actividad muy apreciada desde la más remota Antigüedad y, por ello, la humanidad se ha esmerado, siglo tras siglo, en mejorar la confortabilidad de los lechos, el lugar ideal para ubicar nuestros “sueños”. Hay toda una serie de asociaciones mentales entre el lecho, los sueños y el sexo que no son simples coincidencias. El ámbito de lo onírico nos seduce por lo misterioso e inexplicable. Es precisamente esa inexplicabilidad, que lo emparenta con la muerte, la base de su atractivo. Sueño y muerte son conceptos que a veces se confunden. Y tampoco es por casualidad que así sea.. El sueño nos sumerge cada noche en un mundo de fantasía que tiene su propia dinámica al margen de nuestra voluntad. A partir de que cerramos los ojos y la actividad consciente, ese mundo secreto y azaroso comienza a “despertar” y a vagar por los más insólitos parajes desarrollando los más imaginativos argumentos. Hay todo un “arte” creado para interpretar los sueños. Y es una arte, precisamente, porque su base científica siempre estuvo en entredicho. Esa es otra de las razones de gran capacidad de seducción. Ese misterio, que lo hermana con la muerte, nos obliga a hacer un esfuerzo de imaginación para hacer aflorar algún sentido a su existencia. Buscar el sentido a la muerte es la actividad intelectual a la que más horas ha dedicado el hombre a lo largo de su historia. Pero también se llama sueño a la posibilidad de evadirse de la realidad y dejar que sea nuestra imaginación la que nos lleve hasta los lejanos, y a la vez cercanos, mundos de nuestros deseos. Y entre sueño y vigilia hay que ubicar el sexo que, con sus delirios y éxtasis, nos acerca a un mundo que es mezcla de vida, muerte, sueño, sueños, misterio, realidad, amor, desengaño, alegría, tristeza, y un etcétera tan largo que resulta imposible describirlo. O sea, tan simple o tan complejo como la vida misma.

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